21/07/2008

GR 38 Un camino de arrieros

Los franceses se dedican desde hace tiempo a saber vivir y una de las cosas que han inventado es caminar por senderos marcados en los que sea difícil perderse. Tres montañeros alaveses, Josean Gil-García, Juan Luis Arriola y el ya desaparecido Julio García, copiaron aquel método galo de andar por viejos caminos y nacieron en Álava los itinerarios de gran recorrido (GR). Al menos cinco de ellos están operativos en este territorio.
Uno de los más completos, sin duda, es el 38, que une Oion con Otxandio y que se denomina 'del vino y del pescado', porque sigue hacia Vizcaya para buscar sus puertos. La primera señalización completa del trazado se hizo en 1990, pero el tiempo hizo estragos. Hace unas semanas se acabó el proyecto para mejorar los caminos, recolocar las flechas direccionales (187), e instalar nuevos paneles informativos en cada etapa. La Diputación se ha gastado 105.000 euros.
«Recuperamos lo que durante siglos ha sido una vía de comunicación básica de Álava, un eje que hoy disfrutamos como espacio para el ocio, pero que nuestros antepasados usaban, básicamente, para asuntos relacionados con el trabajo», indica el diputado de Medio Ambiente y senderista, Mikel Mintegi.
Hasta que aparecieron los vehículos a motor esta ruta era la que usaban los comerciantes, los peregrinos, los arrieros, los vecinos de los pueblos que intercambiaban productos o simplemente se desplazaban de pueblo en pueblo.
«Yo invito a los alaveses a que lo recorran y a que reflexionen sobre la importancia de la conservación del medio natural en nuestras vidas. Yo me pregunto quién tiene mayor calidad de vida: si nuestros antepasados o la sociedad actual», añade Mintegi.
A lo largo de sus 105 kilómetros de recorrido y 8 etapas esta ruta muestra una gran variedad de climas y un mosaico de paisajes difíciles de ver en el País Vasco. El GR-38 surca Álava desde el Sur al Norte, desde los viñedos y la tierra árida bañada por el Ebro en la Rioja Alavesa hasta las praderas verdes de Otxandio, rescatando del olvido antiguos trazados para caminantes y carretas.
Una ruta completa
La ruta es tan completa que contiene los montes alaveses más altos, los de la sierra Cantabria que se cruza por el puerto del Toro, a 1.206 metros. O los embalses de Ullíbarri, Urrunaga y Albina. Desde las casas blasonadas de Oion y las murallas de Laguardia o el puente romano de Mantible hasta los restos medievales de Lagrán, sus carboneras o el inmenso y espectacular hayedo de esta villa.
Al cruzar el corazón de Álava y de Treviño, el sendero de los arrieros atraviesa lugares tan espectaculares como Laño, donde se pueden visitar las cuevas cenobíticas de Las Gobas y Santorkaria de origen incierto. Se pasa por Albaina, con su arquitectura civil y religiosa. Las cascadas que el río Ayuda forma en Sáseta o el desfiladero de Okina son hitos obligados del itinerario.
Hacia Vizcaya
La 'ruta del vino y el pescado' continúa atravesando la Llanada por el santuario de Estíbaliz, joya del arte románico, situada en un cerro que también ha sido lugar de peregrinaje y de celebración de ferias. Antes de llegar a Legutiano, el camino discurre junto a los embalses de Urrúnaga y Ullíbarri-Gamboa que ofrecen uno de los paisajes alaveses más sugerentes. La villa, cruce de comunicaciones hacia Bilbao y hacia Guipúzcoa, y punto estratégico en todas las guerras, conserva a pesar de las destrucciones un arco medieval. Entre Legutiano y Otxandio hay poco más de siete kilómetros por bosques y láminas de agua. Entre ellas, se pasa por el embalse de Albina, con el monte Amboto al fondo.
El GR-38 es uno de los senderos de mayor interés turístico de Euskadi. Una vez que se complete la señalización en Vizcaya, que pretende llegar hasta Bermeo se editará una topoguía y se creará una web específica donde poder descargar toda la información de interés.