La ampliación entra dentro de las expectativas del Plan Director, o Master Plan de la estación. Desde Gecobesa, empresa gestora de la estación de esquí, han preferido de momento guardar silencio y no hacer comentarios hasta tener más datos. De la misma manera se pronunció el alcalde de Béjar, Cipriano González, quien explicó que este anteproyecto estaba promovido por la anterior Corporación del Ayuntamiento bajo el equipo de Gobierno del PP.
Según explicaron fuentes participantes en la propia reunión, se dio por buena una declaración de impacto ambiental que no permite los movimientos de tierra en el Regajo del Cerrojo y La Cardosa, no puede haber cañones para producir nieve en esta zona, no se puede tratar nada que afecte al movimiento natural del agua, no se permite cubrir el Regato del Oso, en ningún caso habrá nuevas pistas de esquí en esta zona y, además, habría que redactar otro Programa de Vigilancia Ambiental.
La Junta de Castilla y León considera que la zona, al estar protegida medioambientalmente dentro de la Red Natura 2000, no puede albergar todas las obras que propone el proyecto de ampliación de La Covatilla. Además, la declaración de la Sierra de Béjar por parte de la Unesco como Reserva de la Biosfera, y la nueva Ley de la Biodiversidad aprobada por el Gobierno este mes y que entró en vigor el pasado viernes, blindan aún más la protección medioambiental de la zona, de ahí que la declaración de impacto ambiental asegure que “en ningún caso las modificaciones podrán suponer el trazado de nuevas pistas o infraestructuras distintas a las de la alternativa aprobada”.
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