06/12/2007

Verde Navidad


Guerra al árbol artificial.

Ahora que se acercan las fechas navideñas y vamos pensando en decorar los hogares, con sus campanitas, luces y demás, es el momento de decidirse por comprar un árbol natural o artificial, en donde colgar mil y un detalles. Y en esto, las ventajas del primero son indudables. La fundamental: resultan absolutamente biodregradables. Pero además, los que se comercializan en nuestro país no han sido talados de manera ilegal en los bosques, sino que cuentan con todas las garantías ecológicas ya que proceden de cultivos controlados.

Para José Plá, vicepresidente de Cultivadores de Árboles de Navidad Asociados de Cataluña (CANAC) este tipo de plantaciones permite el mantenimiento de muchos campos que, de haber sido abandonados, habrían sufrido serios procesos de erosión. Además, durante su etapa de crecimiento, estos árboles cultivados producen oxígeno y fijan C02, mejorando la calidad del aire y combatiendo la contaminación.

Por contra, los árboles artificiales están elaborados con metales que conllevan el uso de recursos limitados no renovables y su fabricación acarrea procesos químicos, gastos de energía y generación de residuos. Para más inri, cuando se desechan (suelen durar unos siete años) no son biodegradables, de manera que suponen un residuo de difícil reciclaje.

Dos millones de ejemplares

Hay que tener en cuenta que los árboles cultivados no suelen sobrevivir más allá del periodo navideño. Las temperaturas a las que se ven sometidos en el interior de los hogares les debilitan de tal forma que su replantación posterior no resulta exitosa. No obstante, el hecho de que no subsistan no significa que su uso suponga un perjuicio para la naturaleza. En la actualidad, cada vez más ayuntamientos cuentan con un servicio de recogida selectiva de estos abetos naturales para triturarlos y usar el humus resultante como abono en sus jardines.

A pesar de que muchos consumidores todavía desconocen las ventajas de comprar un árbol de cultivo, por estas fechas se adquieren cada año en España cerca de dos millones de ejemplares. De ellos, la mitad proceden de Cataluña, y el resto del País Vasco, Navarra y otras zonas del Norte.
Muchos de los abetos navideños son triturados para obtener humus con el que abonar jardines.

Los árboles de Navidad se pueden adquirir con un cepellón de tierra reducido envuelto en una red, con uno más grande que le de posibilidades de sobrevivir, con raíz desnuda o bien cortados con el tronco. De todas esas maneras podremos encontrarlos en los mercados. En cualquier caso deben ser trasplantados en macetas con tierra, proporcionales al tamaño del árbol.

Pero antes de lanzarse a la compra conviene tener encuenta una serie de recomendaciones. Hay que comprobar que el color de sus hojas sea homogéneo en todas su ramas y que no estén secas. Éstas deben de estar bien pobladas y hay que rechazar los que tienen ramas peladas o una presencia abundante de hojas caídas.

Dos etiquetas —una verde y otra amarilla— constatan, además de su calidad, su procedencia como árbol de cultivo. Los de primera categoría (verde) tienen una conicidad mayor y no puede presentar ningún defecto en sus ramas, hojas o tronco. Los más caros (entre 10 y 20 euros por ejemplar) suelen ser de la especie Abies Nordmanniana, conocida como Abeto de Crimea. Pero la variedad que más se encuentra en los mercados es la Picea Abies o Abeto Rojo, que se vende a mejor precio (entre 6 y 15 euros).

Bosques certificados

En nuestro país, ya existen más de un millón de hectáreas certificadas por AENOR bajo criterios de sostenibilidad. De su importancia ecológica, económica y social da constancia Jaime Fontanals, director de certificación de este organismo, quien señala la cada vez mayor preocupación de los españoles por las empresas que realizan sus productos bajo criterios ecológicos. Y en estas fechas, hay otro producto navideño, el acebo de Soria, que también se comercializa bajo criterios sostenibles certificados por AENOR. Se trata de aprovechamientos ordenados, necesarios para la persistencia de estos valiosos ecosistemas, ya que las cortas controladas favorecen que las acebedas crezcan con mayor vigor. Pero además, contribuyen al desarrollo económico de la comarca del noroeste soriano, ya que son gestionados por los vecinos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hoy he comprado un Abeto cultivado de 1,80 mts. de alto por 10 euros. Los "chinos" de un tamaño parecido valen 45 euros en el Hiper.

El día 7 de enero intentaré replantarlo, pero si no agarra, de momento ya ha dado de comer a gente de aquí y ha retenido CO2. Siempre podremos plantar el "dia del arbol" especies autóctonas...